martes, 13 de octubre de 2015

Los retos de la eduación del siglo XXI, segundo análisis. Continuación

Al tratarse de la educación actual, en específico las universidades tradicionales, la
formación académica debe implementar cambios en sus programas académicos adaptados a
los cambios positivos y negativos que han surgido en este siglo, el auge de nuevas
herramientas educativas permitiría la formación integral del profesional y no la centralización
hacia áreas específicas, logrando la inclusión competitiva que hoy en día demanda la
sociedad. Así, la universidad actual tradicional, para perpetuarse en el futuro, debe considerar
la sustentabilidad educacional, económica, política, ambiental y cultural de la nación y formar
profesionales multifuncionales e integrales que cubran las demandas.
Por otro lado, los títulos universitarios no tendrán relevancia, ya que la valiosa
formación del profesional se complementa con su formación empírica. Los títulos son
especificaciones educacionales de la formación individual de antaño, lo que realmente acarrea
importancia es la formación curricular integral del individuo, un título es el fin de un carrera
universitaria, tu experiencia curricular jamás culmina es un proceso de constante formación.
Las carreras profesionales no terminan al recibir el título, sino que aún están por comenzar.

lunes, 12 de octubre de 2015

INFLUENCIA DE LA GLOBALIZACIÓN SOBRE LA EDUCACIÓN DEL SIGLO XXI

El mundo es un entorno en constante evolución, trasciende a través de un proceso dinámico constante. La elevada demanda de consumo social ha permitido el libre comercio y una economía transfronteriza. La globalización enmarca el reconocimiento los derechos básicos de la sociedad,  el acceso a fuentes tecnológicas, conectividad cultural, acceso ilimitado a la información, perdiéndose el interés por la prensa local. La ciudadanía debe formar parte de la sociedad del siglo XXI, dejar atrás la sociedad de antaño protagonizada por las ataduras de lo  tradicional y monótono. Sin embrago, hoy en día existen sociedades que rechazan el avance tecnológico, considerando que esto tiene influencia negativa sobre sus valores religiosos, éticos y culturales.
Por otro lado, los nuevos integrantes de los países deben reconocer los avances tecnológicos y las variantes electrónicas que existen y desarrollar sus habilidades para poder ser aceptados e incluidos en las nuevas exigencias competitivas del siglo XXI, permitiendo la interconexión cultural, económica, política y tecnológica de forma integral. Además, deben reconocer las desventajas del auge económico y ambiental, dada la demanda de recursos que ha generado la globalización y el deterioro que ha traído consigo estos cambios.
Continuará....

Dra. Noja Izzeddin